jueves, 7 de mayo de 2009

Viejos recuerdos

Les dije que iba a estar descuidado, pero no me quisieron creer.
Últimamente ando recordando lo que no hace mucho tiempo vivi junto a algunos amigos, por cuestiones estupidas no los frecuento a todos.
Bueno platicando por mesinyer y recordando las pendejadas que vivimos y vimos decidí contárselas, y esperando que ustedes también recuerden esa etapa de la vida tan pendeja.

Se cuenta por las liosas calles de la Chusma la historia de una leyenda, un hombre, un vomito, el buen Vitooooor alias el Negroooooooo (asi le decia su mama) o el Mirinda
Este sujeto es recordado por sus enorme cualidad de vomitar casas ajenas (especialmente la de una chica a la cual le tiraba rollo o bueno al menos lo intentaba)

Anécdota 1

Era una calurosa noche de verano, fuimos a buscarlo a su casa pero su madre nos dijo que estaba en la casa de Elisa, tomando para variar. Fuimos a dicha vivienda, y en efecto ahí estaba el Vitor tomando con el papa de Elisa, nos solidarizamos con su causa, acabar con una tina llena de TKTs y entre platica y platica, yo que tenia a Vitor casi en frente de mi empecé a ver su cara de ahogo, de repente vimos como violentamente acercaba su mano hacia su boca como queriendo contener lo que inevitablemente saldría de ahí, como era de esperarse su mano no fue suficiente, y sin quitarla de ahí empezó a brotar vomito en forma de chorros, no pudo contenerse mas y vomito todo dentro de la tina, los lamentos después de una buena guacareada no se hicieron esperar, seguido de un quejoso “ya no quiero tomar” no pudimos mas y rompimos en risas, pero eso no era todo para esa noche. Pasados unos minutos y ya recuperados el de su vomitada y nosotros de las tremendas carcajadas decidió prender un cigarro, el cual no le cayo bien, la reacción no se hizo esperar, de nuevo su mano a una velocidad insospechada se dirigía a su boca, todos, presagiando lo que iba a ocurrir corrimos en busca de refugio, ahora, la tina ya no estaba cerca, un inmensurable chorro de vomito ensuciaba el patio delantero de la casa de Elisa, en un charco amarillento se alcanzaban a distinguir trozos de salchicha, huevo y algunos trozos de tortilla, Vitor completamente avergonzado por los hechos solo alcanzo a decir “Ya no quiero fumar” era todo ya no podía mas. No recuerdo si lo fuimos a encaminar a su casa o si huimos del lugar para no ayudar a limpiar, el punto es que ese día, esa noche, en ese lugar, comenzaba una leyenda.

Anécdota 2

La tarde empezaba a caer, sumergido en la oscuridad de mi cuarto, y jugando play station recibí una llamada de Vitor invitándome a una fiesta, la fiesta de Elisa.
Decidí avisar a algunos amigos y así emborracharnos gratis en casa ajena, pasadas las 9 de la noche llegamos directo a su casa, era una noche nublada y en ocasiones una ligera llovizna se dejaba sentir, cuando lo vi, resguardándose en un pequeño techo de lamina era Vitor, que para esa hora había roto su record, ebrio completo a las 9:30.
En sus intentos fallidos de ligarse a alguna chica, decidió rendirse y platicar con los amigos, cuando llego conmigo lo vi muy mal, platicando de todo y riéndose de nada, vi en sus ojos esa mirada perdida que indicaba solo una cosa, un vomito inminente.
Por alguna razón (o por alguna nena) lo perdí de vista, los minutos pasaron, una hora talvez, cuando de repente volteé y lo vi, triste, pálido, me acerque a el preguntándole que le pasaba, a medida que me acercaba alcance a ver un pequeño hilo luminoso que salía de su boca pude constatar que era vomito, sin volver a preguntarle nada me dijo
“no llegue riki, no llegue”, corrí a ver el interior de la casa, desde la puerta del patio hasta la entrada del baño se veía a intervalos un camino liquido, era vomito.

“no llegue y me vomite en el lavabo” la risa supero la vergüenza cuando vi a la madre de Elisa ver a Vitor con asco y pedirle que se fuera, casi llorando
Vitor tuvo que abandonar la fiesta, y nosotros con el.

Estas son pocas de las experiencias al menos vistas, pronto volveré con las hazañas de Vitror y de algunos más.
¿Ustedes que recuerdos pendejos tienen de su juventud?

4 comentarios:

edit dijo...

un rekuerdo pendejo y no precisamente de mi junventud fue la sesion de fotos tiradas en el piso fingiendo estar muertas kon katsup en nuestras bokas jajaja komo olvidarlo

Magness dijo...

diablos.... yo vivi tantas asañas.. de esas...
junto a los protagoniztas de tal historia...

muy bien relatada carnal.. me hizizte regresar a esos dias.. ah pobre elisa...

Anónimo dijo...

Que bonito, ya cuentas cuentos como el tío Gamboín...lindo, muy lindo.

Alex

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